La coordinación y colaboración entre los profesionales que desempeñan sus funciones en el ámbito hospitalario es esencial en la detección e intervención con familias con niños y niñas recién nacidos que presentan indicadores de riesgo biopsicosocial. Se requiere trabajar desde una perspectiva multidisciplinar, integral e individualizada para garantizar la protección de los menores y la adecuada atención a las familias. Dicha coordinación entre los agentes implicados cobra mayor importancia debido a la vulnerabilidad de los menores ante situaciones de riesgo y a su dependencia de las figuras paternas, tutores u otros familiares. Por todo ello, es necesario que el personal sanitario conozca los factores de riesgo biopsicosocial que pueden estar presentes en las familias para detectar los casos que requieren ser derivados a los servicios especializados para el desarrollo de la intervención correspondiente. Igualmente, deben conocer los protocolos de actuación existentes o implementar los procedimientos necesarios para procurar la adecuada protección de los menores y sus familias.