Blanca Tejero llevaba una vida normal hasta que un día recibe la dura noticia de que su joven hija Vero padece un cáncer que acaba teniendo el peor de los finales. Narra el comienzo de esta difícil etapa y la lucha que toda la familia tiene que librar hasta el desenlacé. Su libro no está solo dedicado a su hija o las personas que padecen esta enfermedad sino a cualquiera de nosotros ya que todos perderemos en algún momento de la vida a alguno de nuestros seres queridos. El libro escrito desde el corazón y el amor a su hija conjuga la dureza de su historia con las enseñanzas transformadoras de esta dura experiencia. Nos enseña a vivir cada instante como si fuera el último y a disfrutar de los pequeños placeres de la vida junto a nuestros seres queridos (familia y amigos) .Muestra cual es el mejor camino para cuidar y acompañar a un enfermo, a si es sano o no para él darle información de su enfermedad, cómo vivir los últimos instantes junto a él. En definitiva un libro realista de que la vida no siempre es un cuento con final feliz pero que nos ayuda a comprender que tras un duro proceso de duelo, lo más sano para los que se quedan, es lograr que las lágrimas se conviertan en una paz interior en homenaje a los que ya no están.